miércoles, 31 de agosto de 2011

viografia del inventor de la transmisión telegráfica inalámbrica por ondas de radio

El físico e inventor Guglielmo Marconi nació el 25 de abril de 1874, en Bolonia, Italia, en el seno de una familia acomodada. Su padre era banquero y su madre poseía una destilería de whisky. Su madre, oriunda de Irlanda, le hablaba siempre en inglés y desde niño viajaba con ella a Inglaterra, país donde vivió años después gran parte de su vida.
  


Marconi no asistió a la escuela hasta después de los 12 años, pues sus padres habían contratado un maestro para que le impartiera clases en la casa. Un profesor de física, llamado Vicenzo Rosa, entusiasta de la electricidad, logró interesarlo en el magnetismo y la producción de corriente eléctrica empleando pilas de construcción artesanal.


A la edad de 20 años, Marconi comenzó a asistir a las clases que impartía Augusto Righi, en la Universidad de Bolonia. En esa universidad seguramente tuvo oportunidad de consultar algunos de los artículos relacionados con los avances científicos de la época en el campo de las ondas electromagnéticas. Se supone también que fue su amistad con Nello Marchetti, un telegrafista que se había quedado ciego, lo que lo relacionó con la telegrafía y el código Morse.


En 1888 el físico alemán Heinrich Rudolph Hertz, descubridor de las ondas conocidas hoy en día como ondas hertzianas o de radio, describió en una revista tecnológica de temas relacionados con la electricidad, la forma en que las ondas electromagnéticas se propagaban por el espacio y cómo las había podido generar utilizando un oscilador creado por él mismo. En cierta ocasión que Marconi leyó dicho artículo pensó que tal vez el oscilador de Hertz se podía utilizar para transmitir señales telegráficas inalámbricas. Era la primera vez que alguien se planteaba esa posibilidad, pues Hertz solamente se había limitado a estudiar la analogía existente entre el comportamiento de las ondas electromagnéticas por él descubiertas y las características de las ondas luminosas, sin suponer siquiera que pudieran tener un uso práctico.


En 1894, en una finca que poseía la familia en Pontecchio, cerca de Bolonia, Marconi comenzó a realizar sus primeros experimentos, para lo cual construyó un emisor y un receptor basado en el modelo creado por Hertz. En sus experimentos comprobó que era posible mejorar el alcance de las transmisiones que realizaba, utilizando antenas verticales. Trató, además, de mejorar la sensibilidad del oscilador y del receptor inalámbrico, incrementar su potencia y hacer que cubriera una mayor distancia.


En el otoño de 1895, después de haber realizado muchas pruebas, Marconi logró que su transmisor cubriera una distancia de 2 kilómetros e incluso superara obstáculos naturales. Para entonces, con tan sólo 23 años de edad, había  logrado hacer realidad la transmisión inalámbrica.


Durante la infancia y juventud su padre se había esforzado para que desarrollara una mentalidad comercial, por lo que siendo ya adulto sus trabajos de investigación no sólo contemplaban el aspecto científico, sino también el comercial, sobre todo lo relacionado con las patentes de los inventos.


Debido al poco apoyo e interés que en Italia despertó su invento, Marconi se trasladó a Inglaterra, donde lo dio a conocer patentándolo como “Sistema de Telegrafía Inalámbrica”. En ese país creó de inmediato la “Wireless Telegraph and Signal Company, Ltd.”, que posteriormente, en 1900, pasó a llamarse "Marconi´s Wireless Telegraph Company, Ltd". En ese mismo lugar, que funcionó también como cuartel general de investigaciones, fue donde Marconi expuso la importancia que tenía su invento para el desarrollo de la humanidad.


Con las pruebas y mejoras que introdujo en su transmisor y receptor de señales de radio, el 12 de diciembre de 1901 la letra “S” del código de telegrafía Morse pudo atravesar el éter a través del Océano Atlántico. Esa señal, que fue transmitida desde Poldhu (situado en Cornwall, Inglaterra), logró ser captada en St. John, Newfoundland (situado en las costas de Terranova, en América del Norte). La transmisión, que constituyó un rotundo éxito, recorrió una distancia aproximada de 3 mil 400 km a través del Océano Atlántico. De esa forma Marconi no sólo demostró que era posible transmitir mensajes inalámbricos en código Morse cubriendo largas distancias, sino que también las señales de radio se propagaban más allá del horizonte, cuestión que habían puesto en duda los científicos, teniendo en cuenta la curvatura de la Tierra.

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